miércoles, 28 de septiembre de 2011

El espejismo que muchos sufrimos cuando vivimos lejos de Dios.

Aparentemente complacer los deseos de nuestro corazón nos parece genial y fabuloso, pero luego se combierte en una gran amargura del alma. Cuando nos aprietan esas cadenas de los vicios
y que no podemos romperlas. Se presenta una solución para nuestra vida vacia y sin sentido. La cual muchas veces es quitarnos la vida.
El Señor Jesucristo nos dice venid a mi todos los trabajados y cansados que yo los are descansar.
No escuches las mentirar del enemigo, el es quien esta vencido y juzgado, pero tu tienesl gran oportunidad de experimentar la obra transformadora de nuestro Dios.

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